miércoles, 9 de marzo de 2011

No es lo que me pasa

En el anterior post hablé de como las personas miramos mucho más al exterior que hacia nosotros mismos.
En este proceso de contínua observación de lo externo y desde dicha observación querer obtener las respuestas de lo que nos está pasando a nivel interno radica, desde mi punto de vista, una de las grandes limitaciones que las personas tenemos a la hora de relacionarnos y enfocarnos en realizar cambios que nos ayuden a conseguir libertad personal. Esta limitación es la que va dar sentido al "como" entiendo los acontecimientos que suceden en mi vida y del significado que les dé, dependerá en gran medida mi libertad personal.

Cuando era pequeño recuerdo que en mi entorno familiar, escolar, de amistades, siempre que sucedía algo, fuese lo que fuese, una bronca en casa, perder un partido de basquet, una nota no deseada en un examen, en todos los casos aprendía a "culpar" a los demás del resultado obtenido.
Si me regañaban en casa, era por culpa de que mis padres no me entendían o que el profe se había equivocado al corregir o se había pasado con la dificultad del examen, etc.... En todas las situaciones los demás eran los responsables, los culpables.

En mi caja de herramientas, no había ninguna que me ayudase a ver las cosas de otra manera, bueno eso pensaba yo....
Esta forma de aprender hizo que en mis situaciones cotidianas de niño, mas tarde de adolescente e incluso en las de adulto, no fuese capaz de sacar nada positivo de lo que sucedía en mi vida. Mi foco era ¿quién es el culpable? y por lo tanto contra quién tengo que descargar mi ira, rabia, frustraciones, etc..
Me convertí en lo que hoy en día llamo un "franco tirador"



Lo primero apuntar hacia lo demás,
si se me acaban los culpable fuera.







Lo segundo apuntar hacia arriba. La Sociedad, "Dios", el Universo, etc....
Mientras me dedicaba a disparar hacia los demás o hacia un "ente superior", me estaba olvidando de los tres dedos restantes de mi mano que apuntan hacia mí. Por lo tanto y si.... cambio algo en mí mismo/a y haber que pasa fuera.
Iniciar el cambio de dentro hacia fuera.

Cuando en mis relaciones sociales, recordar quién son las culpables de que Jose no tuviera éxito con las chicas, no obtenía el resultado deseado, la lectura que hacia de ello era la de frustraciones, desmotivación, etc...
En ningún momento era capaz de hacer algo diferente, de ver la oportunidad dentro de la "adversidad".
Pero, Jose ¿como voy hacer con la "realidad" que tengo algo para obtener el resultado que quiero?

Permitirme que os explique algo que tal vez algunos/as de vosotros/as os resulta familiar.

¿Que hacen diferente las personas que ante la pérdida de un ser querido siguen su vida, siguen su camino con la fuerza necesaria para que ese acontecimiento no acabe también con ellas?
Otras en cambio viven esa situación como el fin de sus vidas y se "mueren en vida" perdiendo toda la fuerza y sentido de su vida.

La diferencia es el significado que le dan a esa situación. Como la viven y como deciden que les afecte y condicione el resto de sus días.

Todo tiene que ver con el "como" y no tanto con el "que".

"No es lo que me pasa, sino lo que hago con lo que me pasa".

Jose cuando no obtenía el resultado deseado, ya fuese en las relaciones o en cualquier otro aspecto de su vida, lo que hacía con el suceso era llevarlo a su interior como el resultado de lo que exteriormente los demás hacían, decían, pensaban, etc...
El suceso en sí no era el "problema", el "problema" era como Jose se tomaba el suceso, lo tomaba como otra vez más, por que a mí, .... y ello alimentaba la creencia instalada desde el exterior de chico serio y tímido. El como daba sentido a su creencia y por lo tanto a su vida.

Reencuadrar, término que la PNL utiliza para explicar precisamente como las personas tenemos una herramienta en nuestra caja para poder cambiar el significado que damos a lo que nos pasa. Significar de otra forma más positiva, que nos ayude más y no que nos frene, los acontecimientos de nuestras vidas es lo que nos dará control y libertad emocional.

En muchas ocasiones solo entender que el mundo no está creado para "fastidiarnos" la vida y no tomarnos las cosas siempre de forma personal nos puede ayudar a entender la situación desde un punto de vista que nos permita evitar "malos rollos" internos y creencias negativas que nos frenen en nuestros objetivos.

He tenido la suerte de descubrir que en mi caja de herramientas y si buscáis en la vuestra también encontraréis esta herramienta de aprender a cambiar el marco a las fotos.
Procesamos la información del exterior mediante nuestros sentidos y realizamos un proceso de filtraje, inconsciente en muchas ocasiones y basado en función de nuestros valores, creencias, etc... Por lo que obtenemos una "interpretación" de lo recibido. Dicha interpretación nos lleva en muchas ocasiones a realizar una foto de lo que nos ha sucedido. ¿Como sabemos que esa es la foto correcta y no otra tomada desde otro punto de vista?
¿Si tuviésemos creencias, valores diferentes, la foto sería distinta?
Pensemos en que pasa si le cambio el "marco" a la foto, me transmite cosas diferentes? Tal vez es el "marco" , es decir el como, lo que hace que la foto no sea la que yo deseo y no lo que hay en la foto, el que.

lunes, 28 de febrero de 2011

Miramos afuera

 
 
En nuestro proceso de aprendizaje y crecimiento vamos adquiriendo habilidades, conocimientos que van ayudando a que entendamos de una u otra manera la vida y el mundo que nos rodea.


Vamos observando el mundo exterior desde diferentes puntos de vista. Primero con la inocencia e inquietud de un niño, deseosos de experimentar y descubrir. Luego con la mirada de adolescente, ansiosos por crecer con rapidez, con ganas de tomar decisiones de forma independiente, con el afán a veces desmesurado de comernos el mundo. La siguiente mirada es la de adulto, en muchas ocasiones sin inquietud, sin deseos de experimentar y mejorar, con la seguridad que en cierta manera pensamos que da el tener ya cierta edad. Finalmente la mirada de la vejez. Esa mirada que nos da el paso de la vida y la sabiduría de haber vivido deseosos de vida, con la ilusión de crecer y con la seguridad de la edad.

Todas y cada una de estas miradas, por lo general, nos aporta una visión algo distorsionada de lo que somos. Es una mirada hacia el exterior, ver en los demás y observar como lo externo afecta a mi vida.

Curiosamente esta forma de aprendizaje "observación de lo externo" es desde mi punto de vista una de las grandes limitaciones que consiguen "oxidar" muchas de nuestras herramientas.

Precisamente, como a una gran mayoría de vosotros/as, fue lo que a Jose el chico "serio y tímido" le sucedió. De pequeño a Jose le enseñaron lo importante que es observar el mundo. Darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor, gracias a esa observación buscaba llegar a encontrar respuestas a lo que le sucedía. Es cierto que ser un gran observador/a de situaciones, personas, etc.. nos aporta una información muy útil.

En mis sesiones de coaching, formación, en mis relaciones sociales este aprendizaje es de importante utilidad para poder ayudar a los demás. ¿Es útil este aprendizaje para conocerme a mí mismo?
Mi respuesta es NO. ¿Qué sucede si de la observación que hago de lo externo llego a la conclusión de que es eso que pasa fuera "lo culpable" de mi situación. Estoy dando el control de mi vida a los demás, es decir que si estoy feliz es por los demás, si estoy triste es culpa de los demás, si tengo o no tengo es por los demás y así un si fin de situaciones. Entonces, ¿qué hago yo?
Jose ha tardado muchos años de su vida en descubrir que tanto o más importante es observar el interior como lo es observar el exterior. Mirar hacia uno mismo y darse cuenta de que lo que pasa fuera es el resultado de lo que pasa dentro. Durante la niñez de Jose siempre culpaba a los demás de todo lo que le pasaba. "La vida" era injusta y al final tenía la "culpa" de todo. Podéis imaginar entonces de quién era la culpa de su falta de éxito con las chicas, efectivamente "la culpa" de las chicas.

Cuando un amigo le preguntaba:
  • Jose tío, ¿qué ha pasado? Si la tenias en el bote.
  • Puf,… nada que es muy serie y tímida… no habla, no…no…no…
  • Pero, y tú ¿qué decías?
  • Yo, nada, ya sabes tío soy muy tímido….. y ella también lo es.
En fin que la culpa de la chica o más bien de la "timidez".
Hay está la clave Jose miraba hacia fuera, veía la chica seria y por lo tanto daba sentido al resultado que obtenía (calabazas).

¿Qué pensáis que hubiera pasado si hubiera mirado hacia dentro?
Es bastante más fácil culpar a otros de lo que nos pasa y de por que no conseguimos nuestros objetivos.
Nos han enseñado el uso magistral de la herramienta de lo externo y hemos tenido muy poco aprendizaje del uso de la herramienta de lo interno.
¿Podemos cambiar a alguien?
Cuando alguna de las personas que hacen sesiones conmigo me plantea como objetivo quiero cambiar a mi pareja o quiero que mi pareja cambie.
Mis respuestas son:

Trae a tu pareja y si ella quiere entonces la podré ayudar o cambia de pareja.
Querer cambiar a otro es precisamente fruto de los grandes profesionales hay de lo externo.

Querer cambiar yo y observar que pasa fuera, como este cambio en mí afecta a mi entorno me coloca en una posición diferente, me ayuda a conseguir "Libertad Personal".

Como dijo Gandhi:

"Tu mismo debes ser el cambio que deseas ver en este mundo".

viernes, 18 de febrero de 2011

Profecía de Autocumplimiento

Desde que nacemos vamos construyendo nuestro mundo en base a todo lo que percibimos. En base a todo aquello que recibimos mediante los sentidos, de ahí tal vez que cuando somos bebés nos estimulan mucho a través de los sentidos. Nos enseñan a utilizar herramientas de las que traemos en nuestra caja al nacer, nos enseñan a reconocer mediante el tacto formas, mediante el olfato aprendemos a identificar olores y los conectamos con objetos o personas, el oído nos sirve para saber cuándo nos habla mamá, papá, etc... El gusto hace que rápidamente decidamos nuestros alimentos preferidos. Desde bebés aprendemos a elegir.

A mí como a muchos/as de vosotros/as nos enseñan a manejarnos en esas cuestiones de aprendizaje continuo para que el día de mañana seamos capaces de mejorar y adquirir nuevas habilidades y conocimientos.

Ante tanto aprendizaje vamos creciendo y nos vamos "formando" como personas. Al mismo tiempo y como el que no quiere la cosa también se van creando nuestras creencias. Esas reglas que van a "gobernar" nuestras vidas de una u otra manera. En muy pocas ocasiones nos enseñan a aprender por nosotros mismos. Se nos olvida con cierta facilidad que la vida la empezamos jugando.

Pensemos en el chico "tímido y serio" (por cierto su nombre es Jose) y como sus comportamientos, pensamientos y emociones generaban en él una y otra vez lo que llamamos "Profecía de Autocumplimiento".

Como el resultado que obtenía era el rechazo de las chicas, sus pensamientos eran una y otra vez los de:

 - Las chicas no me quieren, no quieren saber nada de mí.
 - Claro como van a quererte si eres muy tímido y serio le decían.
 - Es verdad, si soy asín, jamás una chica me va a querer, no me casaré nunca, nunca seré feliz,,,,bla,bla,bla...

Imaginar como se sentía ese chico de 12 años ante tal situación. Cuando preguntaba sobre el tema, la respuesta todavía reforzaba aún más su creencia de que "los tímidos y serios" no tienen éxito con las chicas. La próxima vez que estuviese cerca de una chica su comportamiento ayudaba a que la "profecía" se cumpliese. Resultado; un nuevo rechazo.

El chico buscaba en las cajas de herramientas de los demás alguna que le fuese útil para su "problema". Nadie le había enseñado a buscar en su propia caja, a que se diese cuenta que de mientras sus comportamientos fuesen los mismos los resultados que iba a obtener eran siempre los mismos.

"Si queremos resultados diferentes en nuestras vidas, tenemos que hacer cosas diferentes".

Pensemos en tantas y tantas creencias que nos "atormentan" día a día. Por ejemplo en algo que a mí desde muy pequeño me habían dicho.
"Los hombres no lloran". En mi inocencia de niño pensaba que los hombres no teníamos lágrimas o que nuestros ojos eran diferentes y no podían sacar esa "agua salada". Rápidamente pensaba, bueno como yo soy un niño, por eso si que puedo llorar. Al mismo tiempo que me embargaba un pensamiento algo aterrador, imaginarme como iba a ser mi vida de hombre si no podía llorar.

  - ¡Papá, Papá!, ¿cuándo sea hombre como expresaré mi rabia, enfado, tristeza, alegría, etc... si no puedo llorar?
  - Hijo, cuando seas hombre habrás aprendido a que los hombres no lloran, eso es mas cosa de mujeres.
  - Pero Papá, tu eres hombre y cuando se murió el abuelo lloraste.
  - Es diferente hijo, la pérdida de un ser querido es algo tan grande que todo está permitido.

Me costó mucho tiempo entender que lo que mi Padre me explicó de niño no era tanto que el llorar fuese algo exclusivo de las mujeres, mas bien su mensaje tenía que ver con las diferentes formas de expresar emociones que tenemos las personas.

¿Cuántos hombres hoy en día piensan y actúan desde la creencia de que expresar las emociones de forma abierta y natural es mas "rollo" de mujeres"
Cada vez que se genera un pensamiento de esas características ayudamos a reafirmar la creencia:
"Soy hombre y expresar o hablar de mis emociones me hace débil. Por lo tanto me las callo y las guardo para mí".
Estamos alimentando la profecía de autocumplimiento de que las emociones hay que guardarlas.

En mi labor de Coach y formador emocional veo como todavía hay un largo camino por recorrer, sin ir mas lejos a mis cursos, talleres, sesiones, mayoritariamente asisten mujeres. ¿Por qué será?

Si el Dr. Victor Frankl, Psiquiatra y escritor que sobrevivió a su estancia en campos de concentración nazis, hubiese reafirmado cada día la creencia de que de ese lugar no saldría con vida, ¿qué pensáis que hubiese sucedido? Casi con toda seguridad se hubiese cumplido su profecía.

Cada vez que pensamos que de una situación concreta es imposible salir, además de estar negando una de las leyes universales, "el principio del mentalismo" que

Sostiene que El TODO ES MENTE, el Universo es mental.
Los pensamientos son "cosas", son materia. Se manifiestan en lo exterior.
Solo tú eres el productor de todo lo que te suceda. Todo depende del clima mental en que tú vives.

Estamos alimentando con el mejor de los "manjares" a nuestro interior de que eso es exactamente lo que va a suceder.

El proceso mental que seguimos para pensar de esa forma es el mismo que necesitamos para pensar de otra. Es nuestra elección cumplir con nuestras creencias que nos limitan o elegir pensar para que nuestras creencias nos ayuden.

Recordemos que en nuestra caja de herramientas están todas las que necesitamos. Elijamos buscar cual es la que nos ayuda en vez de utilizar la que nos frena, solo por que así lo he estado haciendo todos estos años.
Si no hubiésemos decidido ponernos en pie en algún momento de nuestras vidas, todavía estaríamos gateando.

viernes, 11 de febrero de 2011

¿Qué somos?




Hace muchos años cuándo era niño, día tras día llegaban a mis oídos una serie de mensajes que en aquellos momentos para mí no eran más que órdenes, consejos, buenas intenciones. En definitiva era la mejor manera que el mundo que me rodeaba tenía de educarme.

Al mismo tiempo todos esos mensajes instalaban en mí unas creencias que durante bastante tiempo me limitarían y frenarían en mi vida.

Percibimos "la realidad" mediante inputs que recibimos a través de los sentidos y lo que pasa en nuestro interior es totalmente diferente en cada uno/a de nosotros/as. Es cierto que tenemos unos acuerdos sociales que nos ayudan a entender de una forma más o menos común dicha "realidad" y facilitan en mayor o menor medida nuestras vidas. Nos sirven para relacionarnos en sociedad.

¿Sómos lo que creemos ser o más bien somos lo que los demás quieren que seamos?

Esta historia es la de un chico que durante muchos años de su vida le habían educado diciéndole que era un chico "serio" y "tímido". Por lo tanto su comportamiento, pensamientos y emociones era precisamente el de serio y tímido.

Cuándo estaba con amigos/as mostraba aquello que día tras día le decían "que chico más serio y mira que es tímido". Seguramente penséis que tampoco es tan negativo. Lo cierto es que mientras la vida avanzaba y no se cuestionó jamás la creencia instalada de "timidez y seriedad" no sucedía nada diferente en él.

Sus relaciones sociales eran diferentes a la de algunos de sus amigos. Cuando preguntaba, la respuesta era, es que ellos no son tan serios ni tan tímidos.

- ¿Pero como consigo dejar de serio y tímido? se preguntaba.
- y ¿si con el cambio hago daño a alguien?
- ¿Defraudaré a mis seres queridos?

Estas y otras muchas preguntas se agolpan en su mente. La cuestión es que nada cambiaba por que no hacia nada para cambiar. En cambio cuando era rechazado por alguna chica, bueno mas bien dicho cuando su timidez le impedía dar un paso para acercarse a alguna, en su interior lo que se generaba era un diálogo interno.

- Soy tímido, no puedo ¿que le digo?,.... me va a rechazar.
- Esperaré que se acerque...

Al final y después de una tormenta de ideas fundadas y con sentido desde su creencia de timidez el resultado era rechazo. Sólo en su mente ya que no había pasado nada, o sí, se reafirmaba su creencia "Soy tímido y Serio".

Este es uno de los inicios de nuestras creencias. Ser lo que somos o más bien ser lo que los demás quieren que seamos. El cuestionamiento de las creencias que nos limitan son una palanca que nos pueden ayudar a tomar el "Timón de nuestra vida".

lunes, 7 de febrero de 2011

Caja de Herramientas



Desde hace algunos meses que he empezado a trabajar más mi parte espiritual, hasta el momento cuando en el año 2002 empecé en el mundo del Coaching y Desarrollo Personal, había centrado mi trabajo en mi parte más emocional. Desde estas páginas espero aportar ideas y herramientas que para mí han sido de gran utilidad y que puede que para ti pueden ser también útiles. Desde agosto del 2010 decidí trabajar también mi aspecto físico, el exceso de peso era tan grande que tomé la decisión de ponerle freno y empezar a cuidad mi alimentación y hacer ejercicio. Los resultados en pocos meses han sido muy visibles y satisfactorios.

Reflexionando sobre los resultados obtenidos en mi objetivo de bajar de peso, he llegado a la conclusión que la parte emocional ha influido de forma definitiva en el proceso de pérdida de peso. Las emociones son sin duda el motor de nuestras vidas. La gasolina que nos mueve y que nos lleva hacia un lado u otro. Son las herramientas con las que nacemos y que a lo largo de nuestras vidas marcan nuestro camino.

Pensamos que hemos sido creados perfectos, es cierto, somos seres maravillosos y perfectos. Llegamos al mundo con una "caja de herramientas", en la que todos/as tenemos las mismas. Muchas de ellas las aprendemos por las enseñanzas de nuestros padres, familias, nuestra educación, las relaciones sociales, medios de comunicación, libros, internet, etc… Otras las aprendemos por necesidad propia y el aprendizaje es de forma autodidacta. Sin embargo hay otras muchas que jamás nos las enseñan y tampoco pensamos que las necesitaremos, sin embargo las tenemos a nuestro alcance para usarlas.

Somos seres sociales, nos relacionamos constantemente con otros seres humanos. Enfocamos gran parte de nuestras herramientas, energías y recursos en que dichas relaciones sean satisfactorias y nos reporten estabilidad, seguridad, paz, amor y tantas y tantas otras cosas. Olvidamos en muchas ocasiones la existencia de una "Relación Superior", una relación sin la que ninguna de las demás relaciones nos aportará todo eso que buscamos. Por contra obtendremos frustración, ira, rabia, rencor, etc….Culpamos a los demás de que el resultado obtenido no es el deseado.

Esta relación a la que me refiere es la relación conmigo mismo/a, la relación con "El Yo". ¿Cómo es dicha relación? ¿Qué beneficios buscamos en ella? ¿Qué tipo de relación establecemos?

Tal vez por encontrar respuesta a las preguntas anteriores y a otras muchas o tal vez por que los humanos buscamos soluciones cuándo nos damos cuenta que formamos parte de un "sistema" que jamás vamos a controlar y que o decidimos tomar parte activa del "Proceso de la Vida" o esta nos llevará a un puerto dónde nunca queríamos llegar.

Quizás por ello o por escuchar a mi cuerpo físico y a mi cuerpo emocional he decidido tomar parte del proceso y trabajar un área de mi vida descuidada y olvidada durante muchos años, el área Espiritual. Más allá de creencias y de la educación recibida en mi vida, hablar de Espiritualidad no es necesariamente hablar de religión, para mí es hablar de equilibrar "El Ser".

Si entendemos "El Ser" como la unión de pensamiento, conducta y emoción, observaremos que para equilibrar nuestro ser tenemos que atender a las áreas anteriormente comentadas. (Emocional, física y espiritual). Cada una de ellas influye de forma crucial en esa unión de pensamiento, conducta y emoción.

A lo largo de mi vida me han enseñado que mi "Caja de Herramientas" era limitada, que tenía un número concreto de herramientas y con ellas tenía que hacer el "bricolaje" en mi vida. Más tarde he entendido que esa limitación tan solo es eso una limitación fruto del conocimiento que la familia, colegio, la sociedad tiene en sí misma.

Cuando decidí tomar parte en el proceso de mi vida, decidí dejar de pre-ocuparme para ocuparme. Ocuparme de gestionarme a mí mismo, de aprender a relacionarme con mi YO, de tal forma que me ayudase a mejorar cosas fuera de mí. En esos momentos la vida empezó a ser diferente, ni mejor ni peor, ya que este concepto únicamente depende de que modelo escojamos para comparar.

Durante muchos años de mi vida he estado convencido de que todo lo que estaba pasando en el presente es el resultado de lo que había sucedido en mi pasado. Que el resultado de mi vida actual no es más que el resultado de mi vida pasada.

Para mí, cómo para muchas otras personas, los responsables de todo ese pasado son los demás. Si la vida actual es plena y satisfactoria genial, algo ha funcionado y algo he hecho bien. Sin embargo si la vida actual es todo lo contrario, algo ha fallado, algo han hecho mal los demás.

Durante muchos he culpado a los demás de lo que me pasaba y del resultado que de ello obtenía. Con el tiempo he entendido que ser parte del proceso es lo que te brinda la oportunidad de decidir y obtener libertad. Es lo que te permite pasar a la acción y que busques en tu "Caja de Herramientas" la mejor opción para afrontar la situación.

A veces el resultado puede ser diferente al esperado, en este caso entiendo que la diferencia entre las expectativas creadas y el resultado obtenido ha sido diferente, por lo que la próxima ocasión tengo que revisar las expectativas o bien he de realizar acciones distintas. " Si continuamos haciendo lo mismo, vamos a obtener los mismos resultados".

Un ejemplo de esto que comento son las relaciones sociales, el éxito o no de las mismas ¿de qué depende? Pienso que precisamente de las expectativas que ponemos en ellas. Nos enamoramos y queremos que esa persona se adapte a nosotrsos/as, que reúna toda una serie de características y/o cualidades. Al principio están presentes, o ¿sólo están en nuestra mente? Por que si no es de esta forma ¿qué hace que al cabo del tiempo queramos que esa persona cambie? Ya no es tal cosa o tal otra, ya no se comporta de aquella forma ¿quizás mis expectativas / necesidades han cambiado y lo que busco es que el otro/a cambie? ¿Qué tal si el cambio lo generamos en nosotros/as y vemos que pasa fuera? Esto es lo que para mí es tomar parte del proceso.

Culpar a los demás es una forma pasiva de participar del "Proceso de la Vida" ¿Para qué culpamos?, ¿Sólo sabiendo quién es el culpable ya vamos a solucionar la situación? Si utilizásemos las mismas energías para culpar que para encontrar una solución, tal vez el resultado sería más satisfactorio.

A lo largo de los últimos años de mi vida he encontrado las respuestas a estas cuestiones y a otras muchas en el lugar menos sospechado. Las buscaba fuera, en los demás y el resultado era frustración, agobio, desmotivación, enfado y otras muchas emociones negativas, hasta que me di cuenta que la respuesta estaba dentro de mí y que para encontrar la respuesta y cambiar los resultados tenía que utilizar una o más de las herramientas de mi caja, esas con las que venimos al mundo y que debido a lo oxidación fruto del desuso, necesitaban de una profunda limpieza.

Empezamos a andar




La madrugada del 3 de enero de 1997 nace Marina, mi primera hija. En el momento en que la enfermera me la enseña sólo se le veían los ojitos, ya que la tenían tapada con una sábana de quirófano. La parálisis de mi cuerpo y también de mis emociones fue absoluta. Era incapaz de reaccionar, en un principio pensé que era por la desilusión de observar que me habían engañado, siempre me habían dicho que los niños/as llegamos al mundo con un "pan debajo el brazo" y a mi hija le faltaba el pan. En ese momento empecé a darme cuenta cómo las creencias pueden llegar a limitar a una persona. Fui incapaz de demostrar mis emociones por atender a unas determinadas creencias.

Sé que suena un tanto ridículo y seguramente lo sea, pero ¿no sucede en más de una ocasión que nos paralizamos por una creencia que jamás nos hemos cuestionado? Sólo cuándo somos capaces de cuestionar nuestras creencias podemos llegar a liberarnos de aquellas que nos frenan en nuestra vida.

Es cierto que ni Marina, ni ninguno/a de nosotros/as traemos un "pan bajo el brazo", pero si que traemos cómo ya he comentado en otro momento una "Caja de Herramientas". Sí, una "caja" llena de herramientas y además todos/as traemos las mismas. Dependiendo de como manejemos estas herramientas se van a generar en nosotros/as unas determinadas creencias, algunas nos ayudarán a conseguir nuestros objetivos y por el contrario otras van a frenar nuestra vida, esas creencias, las que llamamos limitantes son las que tengo que saber cambiar por creencias potenciadoras.

En próximos post os hablaré de cómo podemos cambiar esas creencias y cómo podemos gestionar de una forma más útil nuestras emociones.

Deseo que juntos podamos compartir experiencias e inquietudes que nos ayuden a entender mejor la importancia del equilibrio emocional, espiritual y físico.

A lo largo de las publicaciones en este blog, mediante relatos que favorezcan la reflexión personal de cada uno/a de los/as lectores/as iré aportando mi granito de arena para que todos/as podamos conseguir nuestros objetivos.

Si alguien prefiere contactar de forma privada para compartir conmigo su situación y/o solicitar mi ayuda, lo puede realizar a través del mail que figura en mi perfil.

Gracias a todos/as los que decidís seguirme en este blog que pretende ser un canal que ayude al máximo número de personas, por ello comparte con todos/as amigos/as, familiares, etc… este blog, tanto ellos/as como yo te estaremos inmensamente agradecidos.